He dudado si escribir este post. Mucho. Ya que, como miembro del equipo Natural Bride, parece obvio que mi experiencia como #softandwildbride iba a ser buena.
Pero luego lo he vuelto a pensar otra vez, y me he decidido. Porque las buenas experiencias deben ser compartidas, para que otras personas puedan disfrutar con personas tan especiales como las que forman en el equipo de Natural Bride Boutique.
Dicho esto, aquí va mi carta de amor a ellas.
Soy de esas personas que siempre tuvo claro como sería (más o menos) su vestido de novia. Veía fotos y más fotos en las RR.SS y siempre me terminaba decantando por modelos muy similares. Así que parecía que la búsqueda de mi vestido de novia iba a ser sencilla. Compartiría con Aroa las inspiraciones, y crearíamos juntas un diseño de estilo bohemio que me hiciera sentir libre, natural y valiente.
Todas sabéis que la boutique está en Badalona. Lo que no todas sabéis es que la que escribe vive en Hamburgo, a 1700km de la boutique. Y con una pandemia mundial esto me preocupaba un poco. No porque no confiase en que el equipo de diseño pudiera hacer mi vestido de novia a distancia, habíamos trabajado ya anteriormente con novias a distancia y sabía que el resultado sería igual de espectacular.
Lo que me preocupaba era no vivir la experiencia al 100%. Las pruebas con mis personas favoritas (como siempre me había imaginado), no poder compartir en boutique el tiempo con el equipo, probarme diferentes vestidos de novia y dejarme asesorar…
Pero lo que no era capaz de imaginar es que éstos inconvenientes sólo estaban en mi cabeza. Tendría una búsqueda de mi vestido de novia diferente a como me había imaginado, pero no tendría nada que envidiar a la que estaba por venir.

- La primera sorpresa. Cuando empecé a probarme vestidos de novia me di cuenta de que el estilo del vestido de novia que tantas veces me había imaginado no me representaba. Me miraba en el espejo y sentía que esa chica no era yo. Y si había algo que tenía muy claro es que en mi día B quería ser más yo que nunca. Lo compartí con Aroa y no sólo captó rápidamente qué es lo que no me hacía sentir yo misma, sino que estuvo a mi lado en ese momento en el que ni yo misma me entendía. ¿Cómo era posible que de repente me sintiera más especial con un vestido de novia más minimalista?
- El nuevo diseño. Este era uno de los momentos que más ilusión me hacían del proceso de crear mi vestido de novia. Sabía que trabajar en el diseño junto a Lorena y Aroa sería algo que disfrutaría muchísimo.
Mi vestido estaba inspirado en uno de los diseños que tenemos en boutique. Cuando me lo probé sentí que la tela cruzada en el pecho y las aberturas laterales le daban el toque menos tradicional que estaba buscando. Pero aún así no me sentía identificada con cada parte de él y todas estábamos de acuerdo en que eso había que remediarlo.
Empezamos a probar diferentes posibilidades y mis amigas veían todo el proceso por videoconferencia. Modificamos la espalda, le quitamos la cola, hicimos una abertura trasera en la falda… probamos y probamos. Y tanto Lorena como Aroa compartían mi ilusión y proponían nuevas opciones geniales. Sentir que ellas también se ilusionaban con mi vestido de novia me hacía sentir segura en las decisiones que iba tomando.
Lo que más me gustó de este proceso fue hacerme una idea de cómo quedaría el vestido de novia sobre mi cuerpo. Para ello utilizaron una tela sobre la que dibujaron, ajustaron y recortaron. De esta manera mi imaginación no tuvo que hacer todo el trabajo, y me dejaba con las ganas por las nubes de que llegara el momento de ver ese patrón sobre la tela que habíamos elegido.
Para elegir la tela a distancia Aroa me mandó una muestra de las que ella misma había preseleccionado y yo pude compartir con mi madre y mis amigas esta parte. Todas tocamos, opinamos, imaginamos y por suerte, todas coincidíamos en cuál de ellas era la más bonita.


- La última prueba. Como os he dicho antes, casi todo el proceso de creación de mi vestido de novia ha sido a distancia. Sólo pude viajar a Barcelona para la primera prueba y para la última. Y lo que no sabía es que esta prueba del vestido ¡venía con sorpresa incluida!
Aroa me citó en el atelier, y al llegar ya me di cuenta de que algo pasaría pues había una persona más que nos acompañaría ese día. Ella era Aída fotógrafa de AK Studio Wedding y estaría con nosotras durante todo el día para poder inmortalizar los momentos más emocionantes del día y que, de alguna manera, mi familia y amigas pudieran también vivir ese momento.
Probarme ya el vestido de novia y el trench que también incluimos en el diseño para complementar el vestido fue muy emocionante. Creo que no paré de sonreír y de mirarme al espejo ni un solo minuto. Mirara por donde mirara el vestido me parecía precioso, justo lo que deseaba. Me sentía yo misma, pero en una versión mejorada. Sentía que ese vestido hablaba de mi esencia. De una mujer sencilla que ama los detalles y las cosas bien hechas y bonitas. Pero también hablaba de ellas, del trabajo que hay detrás de un vestido de novia, de las horas invertidas para entenderme, de las conversaciones motivadoras con Aroa cuando el coronavirus trastocaba mis planes…
Mi prueba del vestido me encantó y eso que al ser dos meses antes de mi boda todavía faltaban algunos detallitos. Pero todavía Aroa había preparado una sorpresa más.
Del atelier fuimos a la boutique, y allí me esperaba una de las experiencias que viven muchas de nuestras novias: el taller de diademas con piedras naturales junto a Isabel de Supertocadas.
Brindamos, reímos, hablamos e hicimos todas unas diademas preciosas. Una manera diferente de vivir la experiencia del proceso de creación de tu vestido de novia, junto a tus amigas y creando recuerdos bonitos.


- El día B. A tan solo unas horas del gran día pude probarme mi vestido de novia 100% finalizado con todos los detalles. Y aunque sé que puede parecer una locura, yo estaba tranquila. Confiaba totalmente en el trabajo del equipo de Natural Bride. Lo único que me tenía un poquito más inquieta era corroborar que mi peso no había variado mucho desde la última vez y que el vestido me quedaba como me tenía que quedar.
Esta vez no pude probármelo antes porque mi boda no era en Barcelona, sino a casi 800 km de distancia. Así que Aroa cogió mi vestido de novia y se plantó allí mismo, el día antes para confirmar lo que las dos ya sabíamos: que todo estaba tal y como esperaba.
A partir de ese momento, y hasta el día de hoy, ya solo puedo deciros que el nivel de disfrute de mi vestido de novia lo elevé a la máxima potencia. Me sentía tan cómoda, tan yo con mi vestido y tan feliz que, ahora, cuando miro el vestido soy capaz de teletransportarme a cualquier momento del día de mi boda, de las pruebas del vestido o a las videollamadas, y sonreir. ¿A alguna más le ha pasado?
Esto me ha hecho darme cuenta de que no solo estoy enamorada de mi pareja, sino que también lo estoy de Natural Bride.
Gracias equipo,
¡Sigamos haciendo que todas las #softandwildbrides descubran que otra forma de hacer es posible y que vivan la felicidad en estado puro!
